sábado, 10 de noviembre de 2012

REPUBLICA LIBERAL

República liberal (1861-1891)



Para comprender la importancia de la República Liberal en Chile, es necesario entender su definición pura. El Liberalismo, doctrina política de origen europeo, alcanzó una amplia difusión en la clase dirigente chilena. En esencia, sostenía el principio de la libertad individual frente al Estado y la imposición de la razón por sobre las creencias religiosas.
En la práctica, la acción del liberalismo se concentró en la reforma a la Constitución de 1833, lo que permitió fortalecer el poder del Congreso en desmedro del Ejecutivo; y en asuntos religiosos, pretendió ganar terreno frente al catolicismo en los aspectos que éste se relacionaba con alguna función del Estado o de gran poder sobre la sociedad civil, a esta postura se le llamó Laicismo.
José Joaquín Pérez
También, durante esta etapa los partidos políticos consolidaron su existencia, con programas y estructuras permanentes, a su vez, las alianzas y combinaciones de partidos adquirieron una mayor definición y acabada formalidad.
Los presidentes del período fueron: José Joaquín Pérez Mascayano (1861-1871) Federico Errázuriz Zañartu(1871-1876) - Aníbal Pinto Garmendia (1876-1881) - Domingo Santa María González (1881-1886) José Manuel Balmaceda Fernández (1886-1891)
El presidente Pérez (decenio desde 1861 a 1871) formó su primer gabinete dando cabida en él a los elementos moderados y conciliadores, para así superar las divisiones existentes como consecuencia de la Guerra Civil de 1859. Con este propósito, se dictó una LEY DE ANMISTÍA (1861) que favoreció a "todos los individuos que desde el año 1851 hasta la fecha hubiesen sido o pudieren ser enjuiciados por razón de delitos políticos". La aplicación de esta ley tuvo positivos efectos en la pacificación de los espíritus y la apoyaron todos aquellos que ansiaban tranquilidad para la república.
José Manuel Balmaceda
Los bancos en la República liberal
Hasta 1850 la economía chilena se había caracterizado por tener un  sistema bimetálico, es decir, sólo circulaban monedas de oro y plata. Esta situación entorpecía seriamente las prácticas comerciales, dificultaba las transacciones y encarecía enormemente los préstamos.
En materia monetaria el país se hallaba atrasado y el desenvolvimiento económico se encontraba entorpecido. Al vincularse económicamente Chile con el exterior, uno de los requisitos más importantes fue modernizar el sistema monetario. En 1855, surgieron las primeras instituciones financieras, como el Banco Ossa, que emitió billetes a la vista y al portador; pero el primero autorizado legalmente fue el Banco de Valparaíso, en 1853;la Caja de Crédito Hipotecario; y en 1859 se agregó el Banco de Chile y más tarde otras doce instituciones. De esta época data la primera compañía de seguros, llamada hoy La Chilena Consolidada (1856).En 1861 se promulgó la ley que creaba la Caja de Ahorros, bajo la responsabilidad del Estado de Chile.
La Ley de Bancos promulgada en 1860 reguló el funcionamiento. Junto con los bancos se creó el papel moneda, es decir los billetes, remplazando a las monedas de oro y plata, facilitando las transacciones comerciales, el ahorro y el crédito.
Conjuntamente con la aparición de los billetes bancarios se presentó la inflación; es decir, la constante alza en los precios debido a que los bancos emitían billetes por un valor superior a los fondos de respaldo con que contaban.
Esta situación, más las crisis económicas que afectaban al país debido a su vinculación con la economía internacional, provocaron otro problema,la devaluación: pérdida del valor de la moneda. Por ejemplo en 1850 un peso chileno valía 46,1 peniques ingleses mientras que en 1900 un peso chileno equivalía sólo a 16,8 peniques ingleses. Sin duda que la inflación y la devaluación afectaron la solidez de crecimiento de la economía y la situación económica de muchos chilenos sobre todo de los sectores populares y de los empresarios.
La actividad bancaria desarrollada notablemente, dio origen a la formación de núcleos de gran peso dentro de la economía y de la sociedad del país, ya que disponían del crédito y lo manejaban en beneficio propio o de grupos afines y solían entrar en convenios con el gobierno. Sus vinculaciones con el comercio y la banca internacional eran también fuertes. El trabajo y las operaciones de este grupo estaban muy vinculados a las explotaciones mineras del norte.
Figuraban en este grupo apellidos tales como Bezanilla, Ossa, Matte, Edwards, Concha y Toro, Ross, etc. El activo comercio nacional e internacional, con sus grandes agencias ligadas a la agricultura, a la minería y a ciertas industrias livianas de bienes de consumo, dio prosperidad a círculos de empresarios y agentes comerciales.
Este grupo, íntimamente ligado entre sí, formó la burguesía, que por su riqueza y poder comenzó a rivalizar con la antigua aristocracia terrateniente.
La creciente importancia de la burguesía quedó de manifiesto en las elecciones de 1871, cuando José Tomás Urmeneta, uno de sus más destacados miembros, fue candidato a 1a presidencia de la república. La expresión política del grupo y su ascendiente público se dejaron sentir a través de muchos de sus miembros que llegaron hasta el Congreso como diputados y senadores, también mediante su influencia en periódicos de renombre.
Desde el punto de vista ideológico, la burguesía fue liberal y radical, enemiga de la Iglesia y del espíritu conservador que animaba a otros grupos de la sociedad. Defensora de las libertades públicas, era contraria al poder omnímodo del Ejecutivo y, en cambio, propiciaba mayores atribuciones para el Parlamento.

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